La Costa Brava conserva rincones escóndidos y pueblos de pescadores donde todavía se puede respirar el sabor y el olor de su tradición por los oficios de la pesca antes de la llegada del turismo. Lugares mágicos de esta Costa Brava que sólo los locales le acompañaran y revivirá la tradición por los oficios pesqueros y su tradición por los productos gastronómicos locales.